El viento y la lluvia son acciones purificadoras del espacio entre el cielo y la Tierra y su causa son las máculas acumuladas en el Mundo Espiritual, o sea impurezas invisibles. Dispersarlas con la fuerza del viento y lavarlas con la lluvia es la finalidad de la tempestad. Pero ¿qué tipo de máculas son y de qué forma se acumulan? Ellas se forman por los pensamientos y las palabras del hombre. Pensamientos que pertenecen al Mal como: odio, insatisfacción, envidia, cólera, mentira, deseo de venganza, apego, etc., nublan el Mundo Espiritual. Y ciertos lamentos en relación con la Naturaleza como comentarios despectivos sobre el clima, o insatisfacción con la cosecha; asimismo, censuras y agresiones a las personas, gritos, intrigas, chismes, engaños, represiones, críticas y otros, también parten del Mal y nublan el Reino Espiritual de las palabras, que en relación con el Mundo Material, precede al Reino del Pensamiento. Cuando la cantidad de nublamientos acumulada sobrepasa cierto límite, surge una especie de toxina que causa disturbios en la vida humana y entonces acontece la purificación natural. Esa es la Ley del universo. (...)
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